NUBES DE MARTE
- escritosnocturnos6
- 23 ago 2024
- 3 Min. de lectura
“El hombre no es hombre hasta que el amor lo llama por su nombre” - Facundo Cabral
I
¿De qué color se tiñen los besos tras la brisa?
¿A que saben las nubes cuando el romance las atrapa?
¿Qué lienzo pintan las palabras con tintero de alma?
¿Y si saltamos de una estrella a la cama, será que una galaxia nos atrapa?
Tan simple y convexo;
y al derecho y del revés es este jugueteo.
que tan tierno, de repente
incendia todo anhelo.
Sombra huidiza, navegante del concreto, apareces a la hora sin minutos proclamando horrores y alimentando mis lamentos.
Larga noche sin destellos,
naufragio en ilusiones y ternuras,
De la sangre de medusa,
he bebido, haciendo roca a mis sentires.
Petrificando mis deseos.
¿qué sembrarás en alma ya marchita y olvidada por la vida?
Cuerpo estéril que anda.
Que anda y nada más.
II
Ese dulce tacto en las heridas viejas;
sucia y arrogante estrategia,
Que llevan memoria y son recuerdo.
Ahora me pregunto:
¿Quién ha sido el insolente que, a mis espaldas, ha puesto seña, injuria y daño
contra lo más amado y atesorado que la impía vida tiene para obsequiarnos?
¿Es acaso su lengua o su rostro, gesto amable a tus sentidos para doblar
tu voluntad a sus deseos tan mezquinos?
Pues, así, por su causa, es que mis actos ya no tienen relevancia;
¿O has si sido tu?
El daño mismo que has permitido,
A sabiendas de los tantos males que ya se han tenido;
echar más leña al fuego y llevar a la hoguera,
puras e inocentes intenciones.
¡MONSTRUOS SIN REMEDIO!
Es ya sabido que, aunque la realeza haga de oro sus desechos, no abona más que peste e insectos a la gente que pasaba sin vistazo previo.
Pues mi gente, a la unión, se congregaba.
Bajo estandarte honesto.
¿Qué fue? hombre, bestia o insecto. Aquella criatura putrefacta que envenenó tu cuerpo.
III
Yo recuerdo.
Recuerdo las palabras con las que invocaste al desconsuelo.
la lozanía que se volvió furtiva para no ser cazada en malos verbos.
Pronunciaste: "no seré más allegada a ti de lo que a él podré ser, y no es mi deseo que injuriosas lenguas manchen mi nombre por su placer, al verme contigo sin palidecer. Hasta aquí fue lo que no llegó a ser"
Ya que tu búsqueda resulta en ambigua fortuna.
Le encomiendo a la poesía,
que sane o sepulte esperanza alguna.
Y que sean los ruiseñores o cuervos,
el coro que marque tu decisión si es alguna,
después de que mis versos hallen sagrado eco o críptico silencio.
Dejo a la poesía andar,
Esta noche más que ninguna.
Anda libre, salvaje mía.
que las llanuras son ya tu pronunciada sinfonía.
Anda lejos, sin que acabe nuestro amar.
Encomiendo a mi cantora, contigo compartida,
que en ella encuentres refugio, gozo y éxtasis
en su voz y música.
No hablaré de los secretos.
Ni delataré los sueños.
Quién diría que pasamos de ser tan buenos amigos, a hacer que ni siquiera nos vemos.
Así pues, confiné mis versos con sello maldito, cuando cerraste ventanas y la borrasca no fue más que humo y espejos.
Aún así, hoy saldo mi deuda.
Un poema por otro.
Una palabra por la tinta.
Hemos quedado en paz.
Y que en las nubes de Marte lluevan las risas que no podremos gozar.
-Norbert

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